jueves, diciembre 29, 2005

@@@ El Cyber-Marinovio (2nda parte) @@@


Cuando escribí El Cyber-Marinovio (1era parte) mentí sin intención. Sí soy reincidente en cyber-romances, pero no dos, sino tres veces (me había olvidado de uno, realmente el tiempo lo cura todo)... Así que tenemos hasta para una tercera parte, cosa que analizamos juntos el fenómeno... (ustedes con sus acertados comentarios, que a propósito, gracias, me hacen sentir menos rara).

Un par de años después de haberme cruzado con el nefasto Shade y haberme roto el corazón en mil pedacitos, volví a las cyber-andadas... Queriendo aplicar la VERDAD #1: Un cyber-clavo saca otro clavo, comencé a meterme a salas de chat argentinas, que como coincide conmigo la Marinovia Brujita, son más interesantes y menos groseras. Será que hay más movida cultural por allá y los chicos pueden chatearte de varios temas diferentes.

Conocí a una pareja de chicos que se había conocido en ese chat y resultaba que estudiaban en la misma facultad en Buenos Aires, por coincidencia mi misma carrera. Total que de tanto hablar nos hicimos muy cyber-amigos. Cuando se conocieron en persona se enamoraron y continuamos nuestra amistad con más entusiasmo. De vez en cuando me llamaban por teléfono. Para los malpensados, esta no es la historia de un cyber-triki, sino que sólo quiero decir que estos dos, me agarraron camote. Ellos tenían otro interesante amigo común, Pucara, a quién querían cyber-emparejar conmigo. Total que tanto hablarme maravillas de él (me imagino que lo mismo viceversa) y tantos días conversando, caí.

En realidad terminé de caer cuando Pucara me escribió un cuento sobre un dragón llamado Pufo que salvaba a la princesa Zanahoria (por esa época me había pintado de pelirroja y me decían Zani) de la malvada bruja de hielo. Azu, ¡cómo me acuerdo todavía! Es que si algo puede conmover el corazón de una chica es que le dediquen una obra de arte, sea un cuento, una canción, un poema, un cuadro, etc.

Total que obligué a mi mejor amigo a chatear para que lo conociera y me diera su opinión. Se hicieron grandes cyber-patas. Lo difícil venía otra vez, con enfrentar a mi familia. Pero la segunda vez es más fácil. Esta vez no me tomaron muy en serio creo y me dejaron ser.

Pucara me dijo que estaba ahorrando para venir a pasar los tres meses de verano a Lima, por lo que me recorrí todos los albergues y hostales de Lima, con mi mejor amigo, para mandarle info y precios. Ajá, tuve que soplarme las caras de suspicaces recepcionistas de quinta, que no querían creerme cuando les pedía precios por tres meses y no tres horas.

Pero nada importaba, yo soñaba con la noche en que por fin estuviéramos juntos-juntos, pues no me cabía duda de que nuestra química sexual debía ser excelente. Parte de la preparación de bienvenida fue comprarme un negligé rojo de seda, con el que atormentaba a Pucara en nuestras cyber-citas.

Total que llegado el momento de venir a Lima, Pucara retrocedió, mismo Shade, primero me comenzó a tratar friamente y luego me dijo que toda la plata se la había prestado al hermano. Allí comprobé una vez más y con el dolor de mi corazón, que en el chat las palabras valen un comino. Otra vez me había hecho mierda por un personaje al que ni siquiera había tenido el gusto de oler.

Con el tiempo lo perdoné y entré en razón... Además que terminé enamoradísima de mi mejor amigo, ajá, ese que me estaba apoyando tanto con el asunto de Pucará, lo cual nos parecía un tema de lo más gracioso.

A lo largo de los años Pucara y yo nos seguimos escribiendo, sólo como cyber-amigos. De vez en cuando me llegaban paquetes por correo postal con unas fotos preciosas que él había tomado y cartas reales con una letra horrorosa. A mi marinovio-mejor-amigo le tenía sin cuidado, sabía que Pucara era completamente inofensivo y que jamás se iba a mover de Buenos Aires. Y así ha sido hasta el día de hoy... Sólo que yo no soy tan inofensiva y sí me he movido por el mundo...

Hace un par de años me toco trabajar en una multinacional, cuya sede era Lima, pero cuya oficina sub-regional estaba ubicada en Buenos Aires y un buen día me tocó ir a trabajar allá por una semanita. Ni le avise a Pucara, más bien lo llame estando allá y se súper emocionó. Yo ni tonta, había llevado el negligé rojo sin estrenar, en la maleta, porque tengo la idea de que cada cosa DEBE cumplir su destino. Sin entrar en detalles, diré que el negligé cumplió con el suyo bastante bien. Pero allí nomás quedó la cosa. Yo ya había pasado esa etapa y sólo quería un choque y fuga extranjero (ah, ya no estaba con mi mejor amigo tampoco, porsiaca).

De regreso a Lima, me estuvo llamando como loco, pero pronto entendió que yo no quería volver a cyber-enmarinoviarme con él y que como cyber-amigos estábamos bastante bien. Y así seguimos hasta el día de hoy. Muy de vez en cuando me sale con que cree que soy la mujer de su vida, pero ¡por favor! Seamos realistas.

Pero si alguna vez viene a Lima y yo estoy des-marinoviada, no tengo ningún inconveniente con que el negligé rojo haga una reaparición.

Imagen: www.istockphoto.com

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martes, diciembre 27, 2005

El "amigo" que intenta (sin éxito) ser marinovio


En realidad esta es una especie que no entra en el calificativo exacto de marinovio, pero lo traigo a colación porque son hombres y son o han sido marinovios de alguien alguna vez y ya me imagino que si son insoportables siendo "sólo amigos" lo terrible que puede ser para una tener la desgracia de ser su marinovia.

A este "amigo" lo conocí por Internet. Claro, también por dónde se me ocurre conocerlo. Lo conocí algún día que no tenía nada que hacer y se me ocurrió chatear. Ya casi nunca entro a salones de chat, entraba más por los años 97-98 a chats argentinos, donde las conversaciones eran más divertidas y no tan lanzas y vulgares como ahora. En fin, estaba aburrida y se me ocurrió entrar al chat. Hablamos, aparentemente congeniamos inicalmente, así que le di mi messenger y por ahí nos pusimos a hablar. Pero para mí sólo era una persona que conoces por chat. En ningún momento insinué querer algo más, además yo ya estaba casada y el divorciado (ahora entiendo por qué).

Siempre que se conectaba, me enviaba zumbidos y cosas como florcitas, besitos, etc. Al comienzo no me molestaba mucho, asumí que era un pata cariñoso, que le caía bien y que le gustaba conversar conmigo (y es que a quién no le gustaría conversar con alguien como yo). Yo le respondía cuando estaba con tiempo, porque si estaba haciendo otra cosa ni me daba por enterada de sus zumbidos.

Pero esta "amistad" se volvió un problema cuando él comenzo a alucinar que era MI AMIGO y se daba el lujo de "aconsejarme" sobre mis problemas personales (en algún momento de tristeza le habia contado algo que me pasó porque era la única persona conectada en ese momento) y de preguntarme cosas sobre mi esposo y yo. Lo peor de todo era que sus consejos estaban medio dirigidos a hacerlo quedar (a mi esposo) como el ser más malo y desconsiderado y él sutilmente decía ser todo lo contrario. Por supuesto que me llegaba, pero no le daba mayor importancia, simplemente evitaba hablarle o le daba respuestas extremadamente cortantes como para que se diera cuenta de que no quería seguir hablando. Hasta alguna vez le reclamé por su actitud y él me dijo que era mi amigo y que sólo quería ayudarme. Yo le dije que no se entrometiera en mis asuntos personales, que sólo éramos dos personas que coincidieron en el chat una vez pero que no éramos grandes amigos ni tampoco me parecía que él me mandara florcitas o besitos, pues era imposible que "me quisiera mucho" como siempre decía. Él, obviamente, no estaba de acuerdo con mi punto de vista.

El hecho está en que este individuo terminó de colmar mi paciencia. Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente pues, como sabía que era doctora, dijo que tenía un problema en el tobillo y vino a mi consulta. La conversacion en vivo y en directo me pareció más aburrida que chupar un clavo y me di cuenta de que el individuo estaba mal de la cabeza. Decidí ya no responder más a sus zumbidos ni hacerle caso cuando me hablara en messenger. Pensé que entendería la indirecta. Pero no.

Este mismo individuo, me llamó un día al consultorio preguntándome si podía recibirlo. Pensé que era otro problema médico así que no me negué (craso error, le hubiera inventado cualquier excusa). Se presentó todo aceitoso (ajjj) y me pidió que le firmara un documento de aprobación de un producto que su compañía distribuye. Él trabaja para una empresa que tiene productos que utilizan los gastroenterólogos para descartar la presencia de un bicho en el estómago. Obviamente yo como traumatóloga no tenía absolutamente nada que hacer con el asunto. No creo que no lo supiera, más bien creo que inventó esa excusa para verme, así que le dije: "Yo no soy gastro" y pensé: qué bruto eres, ¿¿cómo se te ocurre que lo iba a firmar?? "Ah, es cierto, no lo pensé", dijo él (rebruto). *

Cuando yo suponía que se iba a marchar, se puso a hacerme preguntas sobre cómo estaba, sobre mi embarazo, sobre mi esposo, sobre cómo le iba a mi esposo en el trabajo (???). Recontra metiche e inoportuno. Yo ni lo miraba, seguía haciendo el papeleo que uno hace al finalizar la consulta y le respondía recontra cortante y sin darle importancia. Pero algo me llamó la atención y ha hecho que lo borre definitivamente y por completo de mis contactos. Me preguntó: "Va a ser cesárea o parto natural?" Yo respondí: "Lo que me diga el doctor" (porque eso pienso). Entonces me dijo: "Mejor cesárea, porque el parto natural hace que se te mueran las neuronas... "

De hecho él nació de parto natural, complicado seguro, porque más tarado no podría ser...

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sábado, diciembre 24, 2005

@@@ El Cyber-Marinovio (1era parte) @@@

En realidad, el título del post debería ser El Cyber-Marinovio según La Ninfo, porque especies de cyber-marinovios deben haber tantas, como marinovios de carne y hueso existen.

No temo afirmar que muchas mujeres de hoy en día han caído rendidas ante un galán del cyber-espacio. Alguien que conocieron por chat, msn, mail, blog, etc.

A mí me pasó y encima reincidente porque me pasó dos veces. Y a pesar de que ninguna de las dos experiencias que contaré (en dos partes) llegó a buen puerto, no termino de descartar que alguna vez encuentre al marinovio de mi vida a través de una pantalla de PC. ¿Por qué no? Él puede estar esperándome en cualquier cyber-esquina del cyber-mundo, que ustedes queridos cyber-lectores, transitan ahora mismo.

Mi primer cyber-romance ocurrió como consecuencia de un marinoviazgo formal y con todas las de la ley tradicional. Bueno, ni tanto... En breve, porque ese caso será quizá materia de otro post, yo tenía por entonces 20 años y estaba enmarinoviada con un chico que conocía desde el colegio, hermano de una de mis mejores amigas y quien estaba estudiando derecho en Nueva York. El amor surgió por allá en los Yunaites y se transformó por obvias razones logísticas, en marinoviazgo a distancia (hasta que yo terminara la carrera).

De regreso en Lima para preservar nuestras respectivas economías, ahorrando un poco en llamadas telefónicas de larga distancia, acordamos chatear. Chatear era por entonces un término desconocido, hace sólo ocho años, pero recuerden que entonces nadie tenía DVD o celular. Por supuesto no existía ningún tipo de messenger y la novedad eran los salones de chat.

No me pregunten ni que chat usaba porque ya ni me acuerdo. La cosa es que teníamos nuestro horario fijo para chatear, pero hubo un día en que me dejó como quien dice, cyber-plantada... Mientras esperaba y esperaba decidí darle bola a alguno de los simpáticos nicks que trataban de entablar conversación conmigo y así conocí a Shade.

Shade me comenzó a hablar de poesía y me contó una triste historia de una novia muerta. Yo ingenua (pelotuda más bien) como era, me tragué sus cuentos y quedé totalmente conmovida y por supuesto, acorde con como somos las mujeres, profundamente atraída por ese desafortunado hombre.

Comenzamos una cyber-relación amical nomás, porque recordemos que yo estaba de marinovia con el neoyorkino, pero éste cada día tenía menos minutos para quererme a la distancia y ya al final, ni los envíos de rosas servían para reemplazar la falta de otros gestos, que Shade me estaba dando por montones: poesías, cuentos, e-mails, fotografías graciosas, llamadas por teléfono, cartas postales, etc.

Por supuesto, la terminada por e-mail con el neoyorkino, fue horrible. Queriéndonos tanto, nos escribimos cosas terribles, tanto, que hasta el día de hoy me duelen. Pero allí estaba mi cyber-hombro amigo para llorar.

Verdad 1: Hasta un cyber-clavo saca un clavo...

De Shade supe todo, pero probablemente ese todo haya sido mentira... Resumiendo, él era un chico puertorriqueño de mas o menos mi edad, que estudiaba medicina. Al par de meses nos hicimos cyber-novios, hasta que un día me salió con que estaba ahorrando para un anillo y un pasaje a Perú, así que nos convertimos en cyber-marinovios. Sé que deben estar pensando lo tonta que suena la situación, yo misma lo pienso mientras la escribo, pero mis sentimientos eran muy reales. Vivía para sus llamadas y para la hora de internet que chateábamos a diario (después de las 11.00 p.m. porque en esa época no había Speedy y una se conectaba por la línea telefónica de la casa).

En mi casa creyeron que me volvía loca y mi mamá decía que el internet era cosa del diablo, que probablemente una cyber-secta me había lavado el cerebro. Pero yo: enamoradísima y terca. Tenía un pasaje a cualquier parte (de las Américas, con destino original Nueva York) y decidí usarlo para darle una sorpresa, pero como no sé callarme la boca, le conté la sorpresa a Shade y pasó lo que seguro en muchas cyber-relaciones pasa... Shade se hizo literalmente sombra y fue desapareciendo...

De cinco e-mails diarios pasó a un e-mail cada tres días y sus llamadas se hicieron cada vez más cortas. ¿Yo? Desesperada, pero aún queriendo creer en ese cyber-amor. Ya para Navidad, cuando le había mandado su regalo vía aérea, lo conminé a decirme que shit le pasaba, que si no quería que fuera a Puerto Rico... Toda está cyber-escena, llorando ríos yo... Total que el muy desgraciado me negaba que algo malo estuviera pasando, pero me comenzaron a llegar e-mails anónimos contándome que Shade estaba con una chica en Puerto Rico, que lo olvidara. Finalmente confesó que eso era cierto.

A los pocos días me llegó su paquete de regalos de Navidad, pero yo ya estaba muerta de tristeza. Hasta ahora no entiendo para que alguien haría todo ese teatro y todo ese daño. ¿Qué ganaba él? ¿Divertirse?

Esa, siento que fue la relación amorosa en la que más arriesgué en mi vida, sobretodo la difícil parte de enfrentarme a toda mi normal familia y encima quedar como una pelópidas con el corazón roto.

Se me veía tan triste que mi mamá me sugirió que volviera cambiar el pasaje a Nueva York, una ciudad que me gustaba tanto... Pero esa es otra historia...

Verdad 2: Un ex-clavo saca un cyber-clavo. Jeje.

Imágenes: www.farras.com www.laksmi.net

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viernes, diciembre 23, 2005

Cuando el padre del Marinovio


Todas en alguna ocasión, hemos llegado a conocer al padre del marinovio... más tarde o temprano, pero lo hacemos. Y a veces, tenemos que tener suerte a ver si no nos toca un viejo verde... Pero tenemos para escoger varias opciones.

Una de ellas, es cuando el papá de nuestro marinovio está felizmente casado, eso dice él, nos aprueba y la fiesta está en paz. Llegamos a la casa y nos prepara una limonadita o un cafecito, todo nice el tío mientras que su hijito regresa de jugar el partido de fulbito en La Bombonera.

Pero podemos caer en las manos del suegro viejo verde que está esperando un descuido de nuestro marinovio para ver si puede levantar algo. Lo peor que puede pasar es que el viejo sí esté bueno, pero como amamos a nuestro marinovio y lo amamos a pesar de todo, teniéndole aún un 10% de confianza le decimos las secretas intensiones de su padre y éste dice:

Marinovio: "No amor, te parece, él te tiene mucha confianza, más que a mí. De verdad, te ha parecido"

Y como marinovia, obviamente te escabulles y pones excusa y media para no estar en su casa o no estar sola cuando también está el papá. Total, no quieres compartir a padre e hijo.

Hay una tercera opción. que el padre sea gilerito pero no contigo, pero que le guste saber de los encuentros sexuales entre su hijo y tú. Entonces, si no puede ver nada, buscará en todos los bolsillos de su hijo para ver las boletas del telo, condones sin usar, papeles higiénicos en el carro y cualquier olor que amerite una prueba. Y lo peor, no duda en preguntarte sin asco qué tal se porta su hijo en la cama. Obviamente, se te van a salir los ojos de primera impresión y dices que bien sin asco.

Esos son los peligros del padre de tu marinovio...

Imagen: Morguefile

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miércoles, diciembre 21, 2005

El Marinovio en el lugar de trabajo


Tres reglas básicas para tener un compañero de trabajo por marinovio:
1. No lo tengas.
2. Nunca lo tengas.
3. Jamás lo tengas.

NO, NUNCA, JAMÁS.

Uno siempre escucha que aprender de las malas experiencias es bueno, pero aprender de las malas experiencias ajenas, es mejor. Así que chicas, lean esto y detengan sus coqueteos de oficina, por su bien.

Hace como tres años, cometí en error de enmaronivearme con un compañero de trabajo. Al principio no parece una experiencia mala, salvo que hay que mantener las apariencias, por lo del profesionalismo. Pero no hay nada más excitante que los encuentros en oficinas vacías o pasillos desolados o los mensajes SMS calientes que recibes mientras estás en una reunión de coordinación con tu jefe.

Ring, ring... suena tu anexo y hay varias personas merodeando tu escritorio:

Marinovio: Hoy día te has venido buenota.
Marinovia: Buenas tardes señor García.
Marinovio: ¿Por qué te has puesto esa minifalda ah?
Marinovia: No entiendo señor García, la comunicación está fallando...
Marinovio: ¿Puedes salir un rato a fumar un cigarrito?
Marinovia: No, no señor García, su pedido no está listo y ahorita esoy con unos pendientes urgentes.
Marinovio: Chamare, ¿en verdad estás con mucha chamba? Me muero por darte un besito.
Marinovia: Señor García, ya le dije, en estos momentos no puedo procesar su pedido.
Marinovio: Está bien pues... Pero a la noche te doy vuelta amorcito.
Marinovia: Sí señor García, está bien. (Está muy muy bien)

Además que por allí te llegan flores de un admirador secreto, que aparte de decorar tu escritorio, hace que seas la envidia de toda la oficina. También ocurre algo anormal: todos los días te despiertas contenta por ir a trabajar y te tomas tu tiempo para ponerte lo más linda posible. Todo es un paraíso, las cosas no pueden marchar mejor hasta que... Tienes tu primera discusión con el marinovio en cuestión.

Con cualquier marinovio te molestas y bueno pues, le cuelgas el teléfono y le niegas tu presencia por un tiempo, pero a éste marinovio de oficina te lo tienes que aguantar quieras o no y encima debes trabajar codo a codo con él, cuando lo único que quieres es reventarle la cara contra la pantalla de tu computadora. Además, como el tipo sabe que tú tienes que mantener tu mejor actitud de lady profesional aprovecha para fastidiarte con escenitas de galán de barrio con esa secretaria que te cae tan mal. Tú lo odias, lo odias, pero debes tratarlo civilizadamente delante de todo el resto del personal.

En verdad chicas, no conviene tener marinovio en la oficina. Yo sé que a veces las hormonas nos juegan malas pasadas y el hecho de estar con alguien por varias horas a diario, puede nublar el pensamiento. Pero evítenlo. Los compañeros de trabajo pueden llegar a ser excelentes amigos y hasta interesantes "choque y fuga", pero nunca buenos marinovios. Por otro lado, ver al marinovio todo el santo día, después de un mes, se vuelve aburrido... Llega la noche y no puedes preguntarle qué tal su día o qué hizo, porque todo eso ya lo sabes.

Hace tres años pasé las de Caín en mi chamba. A pesar de que nunca descuide mis obligaciones laborales, me distraía y montones de veces tuve que encerrarme en el baño a llorar. Creo que el stress de TENER que estar juntos hacía que nuestros alti-bajos (normales en toda relación) fueran más fuertes. Finalmente terminé renunciando y me cambié de trabajo, jurando nunca más involucrarme con un compañero de trabajo.

Y en mi caso, de suerte que este marinovio tenía una posición equivalente a la mía... No sé lo que será estar de marinovia con un jefe o con un subordinado, pero me imagino que eso es mucho más complicado.

Imagen: www.dt.gob.cl

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sábado, diciembre 17, 2005

El perro del hortelano

Esta es la historia de un muchacho y estoy segura que algunas hallarán muchas semejanzas con algun marinovio.
Lo conocí en la universidad, cuando yo aún era chibola y el era un año menor que yo. Churro no era, pero me llamó la atención algo de él (siempre me atraía eso de los chicos): era inteligente (mas que el promedio de chicos de 19-20 años con los que estudiaba).

Me enamoré rápidamente, hasta el tuétano, y estoy segura de que él a su manera también me quería, pero obviamente no en la forma en que yo lo hacía.
Nos llevábamos superbien, era (según yo en esa época) mi pareja perfecta, mi media naranja, mi alma gemela... Así que no pasó mucho tiempo para que en sus brazos pasara de ser una niña a ser una mujer. Yo estaba en las nubes, y si él me hubiera pedido que me tire de la torre más alta, lo hubiera hecho sin dudarlo. A pesar de mi carácter dominante, él había logrado domarme y hacer que yo obedeciera casi ciegamente a todo lo que el quería. (Felizmente no era tan patán, porque si no hubiera aprovechado mi situación extremadamente dócil y hubiera hecho de mi lo que quisiera).

En fin, todo transcurria pefectamente, cuando sin más ni más (al menos nunca lo había pensado), me entrega una carta justo cuando me bajaba del bus en el que iba.
Como habíamos logrado una comunicación casi telepática, al momento en que me la dio supe lo que contenía esa carta. La leí y no podía dar crédito a lo que veían mis ojos. Me decía que era una chica muy buena, que nos llevabamos muy bien pero que el tenía otras metas, otra forma de ver las cosas, y que no podía seguir conmigo. "No eres tu, soy yo". Lloré creo que todo el fin de semana, y a pesar de que sufrí muchisimo, decidí aceptar lo que él quería, pero siempre guardaba la esperanza de que recapacitara. Seguimos como buenos amigos, con muchos "remembers" de cuando en cuando, y me costó mucho sacarlo de mi corazón.
Pero no fue sólo culpa mía. Cuando yo cansada de la situación de espera, decidía pasar la página y salía con otros chicos, cuando alguien me caía y empezaba una relación, aparecía mi ex. Super cariñoso (justo como había sido conmigo cuando eramos enamorados), me llamaba como me solía llamar en aquellas épocas, me preguntaba hasta el cansancio cómo me iba con el nuevo chico, se comparaba solito con el otro galán, y hasta me decía: "pero no es como el churrito, no?" (churrito le decía yo cuando estábamos juntos, por "apachurrito"). No contento con lo que me decia a mi ( me llamaba todos los días), se hacía recontra pata de mi enamorado de turno, tanto que salía con él y muchas veces terminabamos saliendo los tres.
Obviamente, el churrito se los llevaba de encuentro. Porque me conocía casi a la perfección y sabía perfectamente como derretirme. Y obviamente no pasaba mucho tiempo para que yo, obnubilada nuevamente, terminara con el galán de turno y volviera a los brazos del churrito.... para darme cuenta de que en realidad no habían brazos esperándome, que todo lo que había hecho, lo había hecho para que yo terminara, pues una vez hecho esto, él volvia a ser distante y a comportarse sólo como un amigo más. A pesar de que me jacto de ser algo inteligente, con el churrito caí infinidad de veces. Creo que le saqué la vuelta a todos mis enamorados de turno durante 2 años con él, pues siempre se repetía la misma historia.

Ahora viendo las cosas en retrospectiva me doy cuenta de que fue un egoista. Pues si no me quería como su pareja, porque diablos se empeñaba en "destruir" a cualquier otro que se me acercara?. El niega todo esto, dice que "sólo" trataba de llevarse bien con mis parejas. A mi me parecía más una versión moderna del perro del hortelano, que "no come ni deja comer " (aunque a mi me "comió" muchisimas veces).
Actualmente vive en otro país (se fue hace casi 5 años siguiendo el sueño americano), y la última vez que lo vi, hace un año, me di cuenta de que mientras que yo ya era una mujer "grande", él no habia madurado. Seguía siendo el chiquillo estúpido del que me enamoré perdidamente, y me parecía increible haberme enamorado de un tipo así. Lo último que he sabido de él es que se casa... con una americana. Felicidades!!!!

Agua que no has de beber, amigo, déjala correr...

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viernes, diciembre 16, 2005

ERAS CASADO????????? UPSSSSSSS!!!!!!!!!!!!!!

QUEEEEEEEE?????!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ERAS CASADO??????????????????
UPSSSSSSS

A quien no le ha pasado eso....... bueno puede ser que a algunas, pero no sé porque, maldita sea, a mi siempre me pasa.......... bueno, no siempre, con relativa frecuencia. No es que una se levante en la mañana y diga: hoy me levantaré a un pata casado..... Noooo, por favor, esos se te cruzan por el camino y creo que me huelen....... porque de los tantos marinovios que he tenido ( osea uf ) la mayoría eran casados y claro no es para decirlo con mucho orgullo. Pero bueno la última experiencia que tuve si fué tragica, por si acaso y como dicen las películas: los personajes y escenas de este programa (osea post) son ficticias y cualquier similitud con la vida real es pura coincidencia ( mentira...)

Estaba yo por el añoooo.... mmmm? ... 2000 digamos que en una provincia de la selva ( ponle Tarapoto ) vaya nombrecito, trabajando para una compañía privada, un lugar donde puedes conocer mucha pero muchisima gente y donde la vida nocturna es hasta morir....ok? Llegué toda yo, nuevecita a este pueblito, con un jale espectacular... bueno, carne fresca no?... La primera semana fue de inspección pero el primer fin de semana, a la discoteca, de hecho!!, pucha bailaba sin parar, conociendo uno y otro... uno me llamo la atención, pero, mmmmm......... ahí no mas, hasta que luego de una semana más, estaba por la noche con unas amigas, en moto, (porque aprendí a manejar moto), y lo vi, estaba parado en la puerta de la casa de alguien, subia a su carro, me quede mirandolo....... pero detrás....salió su esposita.......ohhhhhhhhh!!!!!!!! sabia que era su esposa porque me lo dijeron mis amigas, desilusion total.

Pasó el tiempo y nos conocimos, y hasta ahi todo bien.... pero... (aqui viene el pero).... la esposa regresó a Lima....... nos hicimos más amigos, ( él y yo, porsupuesto ) full juerga, full discoteca, pero siempre en mancha...... El siempre me atrajo, pero no! era prohibido!!
Una vez decidimos salir, bueno él me invito a salir, compramos un traguito y nos fuimos a pasear por ahi, tragos van, tragos vienen y me encontre con su boca. Sííííí, el me besó y yo no me pude resistir..... Desde ahi parabamos juntos de arriba a abajo, nuestro error, hacer publica esa relación, porque Dios perdona el pecado pero no el escándalo.... pueblo chico, infierno grande!!!!

En resumen, la esposa se enteró!!! Yo no la conocia, y me hizo el pare, pero UN ESCANDALO que nunca olvidaré.

Ella me dijo( La firme): Tú me conoces???
Yo (La bamba): No...
La firme: Yo soy su esposa. (él por supuesto, estaba ahi, así que volteé con cara de indignación y asombro a mirarlo y le dije:)
(La bamba): Queeeee!!!!??????? eras casado?????, me mentiste!!!.......... (queria reir y lllorar, no sabia q hacer)
Ella lo miró y después de insultarme desde la A hasta la Z, y hasta adverbios que jamás habia escuchado en mi vida, se fué......
Y yo por supuesto me quede "indignadisima" porque me habían mentido, bahhh!!!! todo lo que sentia era miedo!!!!!!!!!!!!! ... ella era capaz de matarme..... Después de eso no nos volvimos a ver..... me fui de ese pueblo a otro......

No lo olvidé, no se por qué siempre lo recordaba.... Después de 5 años nos volvimos a encontrar... me dijo que me habia estado buscando siempre y saben que? , hablamos por horas, dias, meses y aqui estamos.... Me dijo que nunca me habia olvidado.... que tal impacto!!!!!!!.... Claro que ahora ya esta divorciado, pero la pregunta es y siempre me la haré: podre confiar en él?, me hara lo mismo??? se lo he preguntado miles de veces y el me jura que conmigo todo es distinto y que me adora... pero qué hombre te diria algo o que si pues???... Qué boba!!!!, pero no sé..... siempre me quedará la duda.... y aunque ahora sólo pienso en las sabias palabras de la filosofa chuchi diaz (" vive la vida y no dejes que la vida te viva")...... creo que al final el tiempo lo dira todo.....

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miércoles, diciembre 14, 2005

Marinovia busca Marinovia


Hubo una vez, que tras un histriónico SAD ending de una relación marinoviezca, me dije muy en serio a mí misma: ¡Estoy harta de los hombres! ¡Nunca más!

Solución 1: Volverme monja.
¿Yo monja? Ni en broma, sin desmerecer a las monjas ah, pero eso no es para mí.

Solución 2: Volverme les o bi.
¡Aita!, me dije a mí misma. Cual marinovia open mind que soy, tengo amigos gays y amigas lesbianas, no porque los haya buscado así, simplemente son mis amigos y tienen sus gustos en la cama sobre los que yo no tengo porque, ni quiero opinar. A mí me es indiferente si un amigo/a es homosexual, bisexual, tri o pentasexual.

Bueno, justamente en esa época que llegué al hartazgo total de los malditos hombres, dos buenas amigas estaban pasando por relaciones sentimentales súper buenas con sus respectivas novias (cada una por separado ni se conocen). Las veía tan tranquilas, tan felices, tan in love, que me dio envidia y me propuse seguir sus pasos.

¿En qué estaba pensando? ¡Cómo si eso se pudiera decidir por voluntad! Pero como "querer es poder", les pedí ayuda a mis amigas, quienes me miraron con cara de "nunca te va a ligar", pero dispuestas a ayudarme a darme cuenta si la cuestión me funcionaba. Así que me prestaron libros y películas...

Y durante una semana me repetí mantras como "las mujeres son más lindas que los hombres", "las mujeres no son pendejas", "las mujeres son más sensibles", etc. Leí los libros, vi las películas, pero nada de nada.

Finalmente me tuve que rendir ante lo obvio... Lamentablemente, me gustaban y siempre me van a gustar los malditos hombres. Hasta el día de hoy, mirar a ninguna mujer me ha dado mariposas en el estómago o culebritas en el cuello.

Así, resignadamente acepté mi destino de ser por siempre jamás una marinovia, con motivos suficientes para escribir en este blog de quejas contra los marinovios (con suerte, algunas veces menos). Amor serrano que le dicen...

Imagen: allposters.com

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lunes, diciembre 12, 2005

Cuando el señor Rojas está de visita



A toda marinovia nos ha pasado, que cuando tenemos la "rooller" es muyyyyyy probable que estemos más sensibles que de costumbre. Obviamente no es un tema que vas a estar publicando con la antena de RPP "por siaca estoy con la regla ah!!!!" pero a veces hay que hacerlo... con el fin de lograr malos entendidos.... Aquí les van algunos:


Caso 1: Cuando estás de verdad cansada, de mal humor, con los nervios a flor de piel y el - nuestro querido marinovio- tiene ganas. Justo ese día -a pesar que le enseñaste a usar su calendario para que aprendiera tus fechas- quiere ese día..... y la marinovia lo mira con cara de pocos amigos, levanta la ceja y dice:

"Amor (grrr) no viste mi cara de thriller?"


Caso 2: Cuando te da no por el mal humor sino más por el lado sensible, es decir, cuando quieres que te apapache, te de un beso y estar un buen rato en sus brazos... Pero justo ese día, tu marinovio o tiene 5 mil reuniones y te llama para decirte que no se pueden ver o están juntos y él está viendo cosas del trabajo.


Marinovia: Amor, puedes desconectarte...? Ya saliste de la oficina (con besito incluido)
Marinovio: Sí gorda, pero entiende que esta cuenta es super importante...
Marinovia: Qué....!!! He subido de peso? Por qué me dices gorda? eso pasa por comprar siempre Bembos y Kentucky. Lo que pasa es que no quieres que vaya a la playa con los bikinis que me compré no? Y encima me ha salido este barro espantoso en la cara.
Marinovio: No amor, perdona ... es que te digo así de cariño.. Ya pues chola....
Marinovia: Caracho que no soy chola... anda a cholear a otra!!!!
Marinovio: Oye que tienes ah!!!???
Marinovia: Solamente te he pedido que te desconectes del trabajo!!!!!!
Marinovio: (10 Minutos después) ¿Amor... estás con la regla?


Caso 3: Cuando él quiere ir a la playa, club, reunión u otro evento y tú estás con los cólicos.......

ring, ring
Marinovio: Amor, paso por ti en 1/2 hora, nos vamos a juntar con panchito y juanita y vamos a ir a ........
Marinovia: Uy amor, me siento mal, me duele la panza
Marinovio: Cómo que te duele la panza. Seguro te atragantaste con la bolsa de chocotejas que hizo tu tía.
Marinovia: Nooooo si estoy a dieta.
Marinovio: Entonces, ya habíamos quedado con ellos.. Recuerdas? Y ahora? Qué les digo?
Marinovia: No puedes ir tú solo? Yo ya tomé una pastilla y no me pasa.. por favor discúlpame con ellos.
Marinovio: O es que no quieres ir conmigo? Dime no más o es que tienes otra cosa que hacer...
Marinovia: No... solamente tengo cólicos menstruales.
Marinovio: Upss... sorry amor.. yo ya me encargo.. ya voy para la casa.


Imagenes: www.farmacity.com.co, www.artebaires.com.ar

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sábado, diciembre 10, 2005

No se conforman con una... Quieren a todas


No se si esta bien lo que hice la otra vez... pero queria probar que tan fiel era mi marinovio.
La cuestión es que creé un nuevo correo, un mail, entonces me puse de nick un nombre asi medio rucón, esos que le gustan a los hombres y le mande un mensaje diciendole que lo conocia y que me gustaba mucho desde hacía tiempo pero que era algo "tranquila".
¿Y que hizo el ? ..... miserable este.... me contestó!!!, o sea le contesto a "ella", un mail larguiiiiiisimo. Yo le he reclamado muchas veces, primero: de que porqué no me escribe y segundo: de que cuando me escribe lo hace en media linea creo.
Pero a esta jugadora... ( o sea yo... no? ) le escribió casi una carta entera respondiendole cosas como no te conozco pero cuentame de ti y tanta cosa....
Ella (o sea yo), le respondió diciendole que porqué insiste tanto en conocerla y que cuando la conociera se quedaría con una grata impresion. Y asi, yo (ella) mandándole un mail y el respondiendo, total le mande 5 en un dia y el respondio los 5, y yo recontra asada porque ese dia a mi no me habia escrito ni uno solo.....
Al dia siguiente le mande otro mail, y justo los dos estabamos conectados, o sea la jugadora esa ( o sea yo ) y mi marinovio se ponen a chatear..... (nooooooo miserable), y le pregunta que como lo conocía, asi que hablando aproveche para preguntarle si tenia enamorada y el dijo que si ( pucha bueno dije yo, no me negó por lo menos) pero como se cortó la comunicacion, "ella" le volvio a escribir otro mail diciendole que viajaria a Lima ( porque supuestamente "ella" estaba en provincia )
Y el idiota este le dio su numero de celular y le dijo que si venia que lo llame o le mande un mensaje al cell..... Queeeeeee?????????? dije yo, triste y decepcionada, justo una amiga me llama, creo q las amigas huelen las penas y nos fuimos a tomar, de decepción, pero yo pensaba estoy celosa de quien?? Pero igual el otro le sigue la jugada... pero soy yo... no, pero igual...
Asi q ante tanta duda y desconcierto tomé un monton y terminé ebria. Mi amiga me trajo a mi casa... en calidad de bulto. Me eché en la cama y sonó mi telefono, era mi marinovio.
Hola, me dijo...
Lo primero que le dije fue: Malditoooooooo, que te crees, crees que no me iba a enterar????
Y el otro: ¿pero mi amor de que estás hablando?,
Yo seguia con maldito y maldito!! (por supuesto que esto me lo conto él porque ni me acordaba que habiamos hablado)
Al dia siguiente hablamos, vino a mi casa y yo le dije que me había enterado por la amiga de la amiga de mi amiga. El me dijo que cómo pensaba que no me iba a contar, que él creía que era yo ( si cuñao) ... bueno, una larga historia.
Intenté que me enseñara los mails de "la otra", él me miró con una cara de ya me jodí, obviamente no quería. Pero tanto insistí y debió de sentirse culpable pues accedió. Sólo me mostro 3 correos (de 7 que le habia enviado), los más zanahorias, los cuales leí, por supuesto poniendo cara de cojuda de no saber que decían... Pero tenia uno en la papelera de reciclaje y le dije abre ese!!!!!!!!!, no quiso y no quiso.
Me moleste y le dije: seguro has chateado con ella?,
Noooooo!!!!!!!!!! me dijo, nooooooooo
Cínico, maldito, me juró que no.....
El me dijo que como él iba a ser capaz de sacarme la vuelta si me queria y se moria por mí, asi que le dije lo que pasa es que tu no sólo quieres a una las quieres a todas!!!!!! Full bronca.......
Ayer volvimos a hablar y me dijo que cuando ella le volviera a escribir, el me reenviaria los mails, asi que hoy "ella" le volvio a escribir, diciendole que no habia podido viajar y que si podia seguir escribiéndole, y el le dice por lo menos mándame una foto para conocerte, (perroooooooo!!!!!!!!) Asi que le mande una foto, de una chica media fea que conseguí por ahi, pero claro, una foto bastante creible...
Asi que en esas estoy....... los hombres son perros perros........


Imagenes: www.email-for-kids.com, www.marcianos.com

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viernes, diciembre 09, 2005

Amor, creo que estoy en bola


Pucha, a qué marinovia no le ha pasado alguna vez en la vida... La regla no viene... Una semana... No, ni hablar, no soy tan piña, un simple retrasito... Dos semanas... Soy súper regular, no me pierdo una regla. Tamare, dejé de tomar las pastillas porque me caían pésimo y optamos por usar sólo condón... Tres semanas... Amor, creo que estoy en bola...

TATATATAAAAAAANNNNNNN

Yo siempre he sido bastante cuidadosa... Diría que un 98% de seguridad siempre. Pero ese triste 2% (el condón se rasgó, me volví hiperfértil) puede generar embarazosos problemas.

Esto me pasó con el peor de los marinovios que he tenido: vago, alcohólico, misio, mujeriego, feo, pero divertido a morir (que fue lo que me conquistó). Obviamente no pensaba en tener nada muy serio a futuro con él y mucho menos tener prole que heredará sus "virtudes".

Además de esto, yo tenía la impresión que ante una frase como la del título, un marinovio poco serio (como era el caso), saldría espantado y si te vi ni me acuerdo. Así que perfectamente concientizada de los posibles efectos de la frase, fui a decírsela...

Cabeza de Marinovia: "Total, yo soy una mujer hecha y derecha, independiente, salir en bola es sólo mi problema... Sólo voy a informarle a ese salvaje y punto".

¿Punto? Esperaba cualquier respuesta, menos la que me dio: "Tienes que comenzar a tomar ácido fólico, va a ser lindo, seguro va a salir con ojitos azules como los tuyos, pero eso sí mi amor, tenemos que casarnos cuanto antes".

Es decir, la respuesta me emocionó y por un buen rato me sentí acompañada en mi problema... Pero... STOP.

Yo no quería tener hijos (no sus hijos), yo no quería casarme (no con él)... ¿Por qué fak no me había dado la típica respuesta de hombre irresponsable? ¿O tal vez yo no sé nada de hombres?

Fueron unos días horribles, llenos de angustia, hasta que... ¡llegó la regla!!! Nunca estuve tan contenta de que me viniera la regla... Sin embargo, también me puso un toque triste. La idea de tener un hijo como que había ido madurando en mi cabecita.

¿Él? Desconsolado con la noticia... Tanto, que como al poco tiempo me fui de viaje tres meses, aprovechó el pánico para volver con la ex y embarazarla a ella.

Ya se casaron, pero dudo de que sean felices y coman perdices. La paternidad no lo ha cambiado. Hasta mi último cambio de celular me seguía acosando y creo que ya se iba por el segundo hijo.

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jueves, diciembre 08, 2005

Las excusas a la orden del día

Quedas con tu marinovio en desayunar al día siguiente para celebrar un X número de meses de estar juntos. Te levantas muy contenta, te arreglas y esperas a que te vaya a recoger para salir mientras lees el periódico del día.

Vas pasando las hojas y las noticias a la par que los minutos de tu reloj. Tu marinovio ya está atrasado. "Bueno" -pensarás- "algún percance le tuvo que haber pasado" y sigues leyendo las noticias.

Luego de leerte hasta el último clasificado te das cuenta que ya se le hizo demasiado tarde a tu querido y empiezas a pensar que no te irá a recoger. Para sentirnos peor, nuestra memoria tiene la facilidad de hacernos recordar todas las otras ocasiones en las cuales tu marinovio ha faltado a una cita. Ya sea porque se quedó dormido o se quedó hasta muy tarde despierto, se le pasó por alto o estaba tan ocupado que no se dio cuenta del tiempo. Siempre tiene una excusa para ti.

Ya resignada te levantas, dejas el periódico y caminas a la cocina a prepararte algo de comer pues ya no vas a esperar más tiempo ya que tienes que ir al trabajo. Cuando vas saliendo llega un mensaje a tu celular:


"Antes que te me resientas, me acosté temprano y puse la alarma, pero alguien me la apagó porque no me despertaba".


Vuelves a guardar el celular en tu bolso y sigues tu camino. Otra excusa más. Bueno, por lo menos se reportó y ya sabes porqué faltó a la cita, pero no, no se disculpó...

¿Qué se debe hacer en estos casos es lo que yo me pregunto? ¿Aceptar cada una de las excusas que te ponen a lo largo de la relación o poner un freno a ese patrón? Porque a mí me gusta hacer la diferencia entre una excusa y una razón. Según la RAE el significado de cada una es el siguiente:


Excusa: Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión.
Razón: Argumento o demostración que se aduce en apoyo de algo.

Las razones son comprensibles, pero las excusas, ¿cuándo lo son?


Hasta la próxima luna llena... Aaauuuuuuu...



*La persistencia de la memoria, S. Dali (1931)

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martes, diciembre 06, 2005

El futuro es ahora




He hablado muchisimas veces con amigas, con mi madre y con mi hermana y en la mayoria de casos (son todos pero no quiero generalizar) llegamos a la misma conclusión: Los marinovios no piensan en el futuro.

Caso 1:

Es miércoles y mi hermana desea planear como pasar el fin de semana con su esposo e hijas.

Ella: Amor, que vamos a hacer este fin de semana?
El: (viendo televisión): Mmmmm, ya veremos...
El jueves se repite la misma historia. Ella incluso sugiere sitios a donde ir pero el responde lo mismo siempre: "puede ser, ya veremos, mañana vemos", etc etc etc. El viernes igual. Llega el sábado y temprano ella en un último intento pregunta nuevamente, y el dice: "voy a pensarlo".
Cuando ella ya tiro la toalla y se dispone a pasar un tranquilo fin de semana y aprovechar de arreglar alguna cosa en la casa mientras piensa en sacar a pasear a las niñas aunque sea al parque para que no se aburran, la mayor de las niñas llega gritando: Nos vamos a la playa!!!
Sin haberse sacado el signo de interrogación de su cara, le pregunta a El, que ya se encuentra vestido con su ropa de baño, un polo, slaps y una toalla en el cuello: "¿Cómo que a la playa????"
"Si, está saliendo el sol, vamos a la playa. Yo ya estoy listo. Apúrate".
Y claro pues, es que El no suele pensar que para una mujer, no es tan fácil muchas veces simplemente ponerse la ropa de baño y salir. Sobretodo si es que una ha acumulado algunos kilitos de más en el invierno y la ropa de baño ya no te queda bien, si es que no se hizo la depilación, y si tus slaps estan mas viejas que tú. Bueno en fin, piensa Ella, ya que importa, las niñas merecen diversión. Y ahi empieza la jarana, pues hay que preparar la bolsa de los niños, con toalla, 3 ropas porque de hecho que se la manchan o mojan, bloqueador, agua, termo (si son pequeños y aun toman biberón), leche, jugos, sandwiches, galletitas, muñecos y palas de playa, y un sin fin de cosas mas que Ella tiene que empacar pues El ya esta listo.
Resultado: Salen tarde, ella casi sin arreglar y sin poderse meter a la playa....
.
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.
.
Caso 2:



Mi madre esta preocupada pues mi padre ya está mayor, y quiere dejar los asuntos pendientes arreglados "por si acaso"
Ella: Cariño, debemos hablar al respecto, ya estamos viejos, nos puede pasar algo y creo que debemos pensar en el futuro de nuestros hijos, deberiamos hacer un testamento.
El: (sin dejar de leer el periódico): Aja, vamos a ver....
Y hasta la fecha sigue viendo porque a pesar de las insistencias de ella por hablar del tema, la respuesta es siempre la misma: Vamos a ver....
.
..



Quizás el ejemplo mas demostrativo de estas diferencias entre marinovias y marinovios sea el hecho de que desde niñas, la gran mayoría de nosotras piensa en: "Cuando yo me case....", "Mi esposo será....", "...y tendre n hijos...", conducta que en muchos casos persiste hasta cuando ya somos grandecitas. Pero, ¿cuando han escuchado a un niño hablar sobre eso?
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Si ni siquiera tu marinovio con el que sales por mas de tres años te lo insinúa?
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Algunos me dirán que es mejor, que para que vivir en el futuro si podemos vivir el dia a dia, etc, etc. Quizás tengan algo de razón. Pero hay cosas que deben planificarse, por lo menos tenerlas en mente. Traten de hacer un pequeño esfuerzo y cuando querramos planear algo para futuro,
hágannos más caso....
.

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lunes, diciembre 05, 2005

Hemoglobina Men

Los marinovios y la sangre, todo un tema: ven una gotita de sangre y salen corriendo despavoridos (la gran mayoría). Cuando veo estas escenas se me hace obvio porque son las mujeres las condenadas a tener la regla y no ellos. Si fuera al revés, ¡estarían moribundos cada mes!

Era un lindo día de playa en Embajadores, mi playa favorita porque el mar es un lago tan manso, que te puedes bañar cual pato en piscina y sin ningún peligro, o al menos eso creíamos...

Mi marinovio y yo estábamos chapoteando de lo lindo cuando de repente se escucha un grito terrible que debe haber llegado hasta El Silencio y alrededores.

¡AAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaYYYYYYYYyyyyyyyyyyy!!!

Cuando los decíbeles bajaron y pude volver a la vida real, me di cuenta de que dicho grito había sido producto de la garganta de mi machísimo marinovio. Toda la gente de la playa estaba parada mirando asombrada desde la arena...

Marinovia: ¿Qué pasó mi amor?

Marinovio: Creo que me corté el pie con algo... ¡BUUUUUuuuuuuuAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

Marinovia (abrazándolo): Ya mi amor, no te preocupes, vamos a salir del mar para ver tu piecito (tremenda pataza que se manejaba).

Ya un buen grupo de gente se había congregado a la orilla del mar, para "prestar" ayuda. Con todo el mundo hablando a la vez, lo único que pude sacar en claro es que había una invasión de rayas en ese momento y que uno sólo debía entrar al mar arrastrando los pies, porque si pisas una raya te corta.

Allí sí me puse nerviosa, pobrecito mi bebito, había tenido un accidente bien National Geographic. ¿Por qué fak no ponían un letrerito poniendo "ÉPOCA DE RAYAS. CUIDADO" o algo así?

Marinovia: Mi amor, déjame ver tu pie.

Marinovio: ¡Nooooo! Me desangrooooooo. Llévame a una clínica. Buuuuuuaaaaaa.

Recogí como pude todos nuestros cachivaches y lo ayudé a subir las escaleras de la playa saltando en un pie. Lo más lógico me parecía llevarlo a la posta médica de Santa María, pero en cuanto intenté estacionarme en la comisaría para preguntar por la posta, mi marinovio entre gemidos se quejó de que no, que en una posta lo iban a terminar de matar, que tenía que llevarlo a la Clínica San Pablo, así con nombre y apellido y en plena supuesta emergencia.

Así nerviosaza, manejando un carro que nunca había manejado y con un hombre lloriqueando a mi costado, pero que a pesar de estar muriéndose se daba la maña de criticar mi manejada y darme instrucciones. Estuve a punto de dejarlo tirado en la carretera, pero yo lo quería y la toalla con la que había envuelto su pie estaba llena de sangre. Además, como nunca lo había escuchado quejarse de nada, estaba muy asustada.

Finalmente, llegamos a Emergencias de la San Pablo.

Marinovia (hecha toda una madre): Ya mi amor, el doctor te va a ver tu patita y tú agárrate de mi mano fuerte, fuerte. (Indicación que me arrepiento de haber dado porque por poco me rompe todos los huesitos de la mano).
El doctor limpió toda la arena y... la herida que no me había dejado revisar y por la que se le iba la vida a mi marinovio, resultó ser de menos de un centímetro. ¡Ni siquiera necesitaba puntos!

Fue la burla del día de Emergencias. A mí también me dio risa, pero a la primera carcajada me miró horrible y me tuve que solidarizar nomás con su vergüenza... Y a la hora de contar su historia a los amigos, también tuve que seguirle la corriente con la cuestión de que una manta raya gigante y asesina lo había atacado y cortado medio pie. El muy se había puesto una venda hasta la cadera para dramatizar más el asunto.

Yo que por esa época andaba pintando corazones y tarareando todas las canciones de Radio Corazón, aproveché para engreírlo más de lo normal... Y bueno, para jugar a la enfermera mañosa y el paciente vulnerable... Pero eso no es tema de este post.

Ahora miro al pasado y en vez de decir "pobrecito mi bebito", digo "pobre maricón, por un cortecito de porquería y unas gotitas de sangre, hizo tanto escándalo, ¿cómo será cuando en verdad le pase algo serio? ¿o a mí?". La verdad no me da nadita de confianza para una situación de emergencia y menos, sí hay un poco de hemoglobina involucrada en el asunto.

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domingo, diciembre 04, 2005

Ojo con este espécimen! El Matalascallando


Hola amigas marinovias! Quiero hacer mi post inaugural hablándoles de un tipo SUMAMENTE peligroso para nuestra salud mental: El Matalascallando. Es un tipo al parecer tan antiguo como la humanidad, porque ya mi abuela (que era muy moderna, más que mi mamá) me prevenía sobre ellos. ¡Atención hermanas!

El Matalascallando suele ser un tipejo que se acerca, cual lobo con piel de oveja, con la pose del amigo fiel, y como por lo general se las arregla para caerle muy bien a tu mamá, ni se te ocurre mirarlo dos veces. En otras palabras, no le das bola porque parece ser el bobito amable que siempre está por ahí para distraerte llevándote a alguna fiesta cuando el tipo que de verdad te gusta sale con otra; te jala en su carrito de segunda mano cuando necesitas ir a algún lado, sabe qué música te gusta, nunca se olvida de tus cumpleaños y hasta se acuerda de traerte recuerditos de todos sus viajes. El único detalle porque lo puedes reconocer es porque este supuesto amigo jamás, ¡jamás! te hace confidencias personales, y porque evita cuidadosamente que hables con sus hermanos y padres. A lo más te cuenta lo que ya todo el mundo (supuestamente) sabe. Una puede pensar "así es él, recontra reservado, además, es tan monse que seguramente no tiene nada para contar". ¡Alerta, hermana marinovia! Es todo lo contrario: si supieras las reales hazañas de este espécimen, huirías despavorida. POR ESO es que este hombre sabe callar en siete idiomas.

Este estado de latencia inofensiva puede durar años: este lobo disfrazado sabe esperar el momento más apropiado para caerle encima a su presa. De pronto, en algún momento en que estás especialmente vulnerable, reaparece El Matalascallando, alimentando tu ego herido. No sólo te sientes bien de tener aunque sea a este "bobo" a tu lado, sino que tu mamá está feliz de nuevo y no deja de compararlo favorablemente con tus anteriores marinovios. Y el colmo es que cuando sales con él toda tu familia suspira feliz y aliviada, porque "es un chico taaaaaan sano, un muchacho que sieeeeempre nos gustó"...

Total, que de pronto algo en tu lucidez se resquebraja y empiezas a verle cosas buenas, empiezas a pensar que te ha ido mal con el anterior marinovio porque no era para tí, y hasta empiezas a creer que has sido una tonta por no hacerle caso a este ser generoso que siempre estuvo allí cerca (como dicen tantas canciones) y cuando te das cuenta... ¡ya caíste en sus redes! Lo característico de esta etapa es que justamente entonces, cuando ya caíste redondita (en todos los sentidos) este Mr. YoSiempreEstaréAllí empieza a desaparecer. Justo cuando empiezas a sentir que lo necesitas, que eres cómplice de las perversiones que te pide en la cama y hasta, en medio del calor de la situación, ya te parece que de pronto empiezas a quererlo.

El Matalascallando no te necesita a tí: necesita un psiquiatra. Lo que hace es destruir tu autoconfianza para poder conquistarte y llevarte a la cama. Es lo único que le importa. Eso lo hace sentir poderoso.

Con toda la presión social en contra (todos lo ven como un santo y te dicen que le tengas paciencia) se te hace difícil admitir que El Matalascallando ya empezó a portarse como un vulgar y descarado jugador; de pronto deja de llamarte, nunca está en casa, nunca responde el celular, sus explicaciones nunca son verificables ("tuve que llevar a un cliente a comer", "se le acabó la batería al celular", "estaba durmiendo", "se me quedó varado el carro", etc... ) y empiezas a sospechar de él, pero hay una letal combinación jugando en tu contra:

A) Aún no sales de la depre de la relación anterior.
B) Se te hace difícil aceptar que Mr.El Santo sea en realidad un pendejo de M....
C) El tipo suele ser buenísimo en la cama
.


Y empiezas a pensar que eres una malpensada y que él no te miente. Mejor dicho, quieres creerlo con toda tu alma, porque aunque sabes que eso es mentira y que tu intuición está en lo cierto, aceptar la verdad te duele demasiado.

En este punto sólo queda un camino saludable, hermanas marinovias: abrir los ojos, enganchar primera y huir a toda velocidad. Claro que siempre es tentador contratar a una pandilla para que lo masacre a patadas, pero si no tenemos las conexiones apropiadas podríamos meternos en líos con la ley.

Lo más saludable es cortar por lo sano, como toda una Lady-Marinovia y dejar de verlo COMPLETAMENTE. No dejarnos engañar, porque este tipejo en cuanto se dé cuenta de que lo descubriste volverá a la carga, confiado en que volverá a hacerte caer (en un hostal, claro). Huye hermana, huye, que muy pronto te enterarás de que se casó, obligado, con alguna santurrona.

Moralejas:

1) Del agua mansa líbrame Dios, que de la brava me libro yo;

2) Un clavo NO saca a otro clavo;

3) Confía en tus propios criterios, no te dejes convencer por las apariencias.

4) No te sientas mal si caíste, sólo levántate y sigue adelante, y que el caso quede como una experiencia más, porque como dijo Oscar Wilde, "una mujer sin pasado no tiene futuro".

Hasta la próxima, hermanas!
Imagen cortesia de www.gentiuno.com

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sábado, diciembre 03, 2005

El sueño del Mundial

SIN PROPONERSELO DOS MARINOVIAS ESCRIBIERON SOBRE EL MISMO TEMA, ASI QUE AHI VA LA SEGUNDA PARTE...


¿Qué es lo que pasa con la mayoría de los hombres cuando de fútbol se trata? No son todos (felizmente), pero tengo la "suerte" de vivir con un medio fanático del futbol y no es el único que conozco. Cuando aún éramos enamorados, si había un clásico o un partido "importante" era imposible salir ese día (a menos claro que lo acompañara al estadio). Cuando visita algun país extranjero, una de las cosas que no puede dejar de hacer es visitar el estadio de futbol de la ciudad (¿?). Hasta me trajo de recuerdo de la Argentina un osito con su camiseta del Boca Juniors (???).

Cuando juega Perú, a pesar que sabemos que no hay forma de que en un futuro cercano lleguemos a un Mundial, se prende del televisor cual lapa, y no hay quien lo mueva de ahí, aunque me esté electrocutando, no dejará de ver la TV hasta el medio tiempo. Lo peor es que con la television por cable, pueden tener fútbol las 24 horas del día, lo cual significa que si tuviera un TV en el dormitorio tendría todo el día el canal CMD o Fox Sports. (Sabiamente uno de los acuerdos prenupciales fue: NOOOO TV en el dormitorio).

Ademas sus partiditos semanales son sagrados. El tiene que jugar SI o SI. Aunque la cita con el ginecólogo sea a esa misma hora, ni hablar se postergará. Yo no tengo ningún reparo en que haga deporte, mas bien es saludable, pero hay prioridades creo yo, y por un día que no juegue su pichanguita no lo va a hacer ni más ni menos saludable. Pero el se pone furiosísimo si algun plan justo le arruina su "día".

Tiene 80,000 medias para jugar fútbol, 300 camisetas diferentes y shorts que combinan. Ya no se donde guardarlas, a veces me provoca usarlas para limpiar la casa.

Yo lo he acomprañado al estadio algunas veces, y debo admitir que ya dentro del estadio me emociono y hago barra y todo eso, pero ahí queda el asunto, a lo mucho me compro uno de esos sombreros huachafos por pura monería. Pero el sufre si su equipo pierde, se le baja la moral.

Y ni que decir de la seccion Deportes del periódico, se la lee de pe a pa, además de verse todos los programas deportivos de los noticieros (si en todos dicen lo mismo ¿por que ver todos?).

Como dije, no es el unico, pues el 99% de amigos varones que conozco andan por el mismo estilo. Mi hermana me cuenta que mi cuñado es igualito (cuando sus hijas le hablan cuando el ve un partido de fútbol, él ni se entera). Mi hermano y sus amigos se reunen en la casa de alguien a chupar y ver futbol, y al cacho con las marinovias de todos pues ese día es sagrado. Claro que cuando se casan van perdiendo esa facilidad de dejarnos plantadas los días "sagrados" pues ya hay otra obligaciones que cumplir.

Marinovias, agárrense que ya se viene el Alemania 2006 y ahi estarán hipnotizados, mientras dure el Mundial...

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jueves, diciembre 01, 2005

Había una vez un títere...


Estoy de acuerdo con mis hermanas marinovias en que la mayoría de hombres son unas lápidas a la hora de expresar sus sentimientos, parecen de piedra y como comentara una lectora, da ganas de decirles: "¡acuérdate de hablar pues papito!". Pero permítanme compartir mi experiencia para contarles que existe una categoría tan mala cómo los lápidas emocionales y estos son los que se van al otro extremo: los lapas emocionales.

Tenía un marinovio que se tenía que hacer presente en mi vida desde que abría el ojo hasta que lo cerraba: llamadas, mensajitos, e-mails, flores, visitas sorpresa, regalos, e-cards y hasta telepatía usaba el hombre. No me dejaba un minuto del día en paz. Era el marinovio ¿ideal?

OK, los hombres van a decir aquí que las lokas de las mujeres se quejan cuando no les hacen caso, pero también cuando les hacen caso... Tranquilos... Terminen de leer.

Todas estás cositas típicas de los primeros tiempos de relación son mostras, y además, escobita nueva barre bien. Así que una espera eso, de manera natural, el primer mes y en los mejores casos hasta medio año. Es lógico, uno está embobado, está empezando a enamorarse y las hormonas están a la orden del día.

Pero en este caso particular, mi marinovio no me acababa de conocer, habíamos sido mejores amigos por seis años antes, ínterin en el cual, cada uno tuvo varias parejas... Por lo tanto, yo no era ninguna novedad, no tenía la gracia de un juguete nuevo o tal vez sí, porque ahora tenía otras aplicaciones, en fin.

La cosa es que pasó un mes, dos, tres, seis, un año, dos años y yo ya estaba asfixiada de tanto amor. Pero la crisis se dio durante el último medio año. Yo tenía un trabajo con horario de oficina normal y él tenía un horario de 2.00 p.m. a medianoche, por lo tanto, hubiera sido completamente normal, que dejáramos de vernos los días de semana y sólo nos viéramos los fines de semana. Pero el ¡NO!! ¿Qué como iba a dejar pasar 24 horas sin verme, sin besarme, etc? Él iba a venir TODOS los días, TODAS las medianoches, a mi casa para estar cinco minutos aunque sea e irse con su beso de buenas noches.

¡Por favor! ¿Cómo te explico que yo me tengo que levantar a las 6.30 a.m.? Soy joven y aguanto, pero a veces tengo ganas de acostarme a las 10.00 p.m.

No, no entendía razones y cuando les contaba a mis amigas me decían: "¿Qué más quieres? Mira qué lindo, cómo hace el esfuerzo de verte porque te ama..." Claro, al lado de los lápida men este parecía un santo.

¿Me amaba? Yo sí lo amaba y mucho, pero retrocediendo en el tiempo y viendo todo con objetividad, creo que él no me amaba, sólo estaba obsesionado y era un chico demasiado dependiente. Además, era sumamente manipulable: mis opiniones políticas se convertían en sus opiniones, mis gustos en comida, teatro o cine eran sus gustos, mis planes eran sus planes y todo lo que yo quería era un orden real para él.

Lindo, cómodo, sí, pero ¿saludable? Sí quisiera estar con alguien igual a mí, me miraría más al espejo, y si quisiera estar con alguien que nunca me cuestione y que haga todo lo que yo quiera, me compraría un títere.

No señores, nosotras queremos hombres románticos y engreidores pero en su justa medida y con personalidad propia. No queremos esclavos incondicionables (aunque a veces pareciera que si queremos) (bueno, una vez al mes).

Así que llegó el día en que desperté. Yo me tenía que bajar del pedestal y destetar al marinovio lapa. Ya era hora de que él comenzara a tomar sus propias decisiones y que me dejara de ahogar. Se había consumido toda mi energía (entre otras cosas) y sin notarlo, yo había dejado de frecuentar a mis amig@s, me había alejado de todos y nos habíamos quedado él y yo en un planetita igual al del Principito. No era bueno para ninguno de los dos.

Fue muy triste porque yo lo adoraba, pero había que cortar el problema de raíz... Así que le tuve que decir "chao" nomás, "fue un gusto haberte conocido, ahora vuela sólo" (o vete a exprimir a alguien más).

Los siguientes meses fueron bien duros y la tentación de volver siempre estaba allí... Había perdido de golpe a mi marinovio 24/7 y a mi mejor amigo... Y como conté antes, había estado tan al pendiente del lapa boy que me había desconectado del mundo. Estuve muy sola. Pero como siempre, el tiempo todo lo cura.

Quisiera decir que mi ex-marinovio logró volar solo, pero por lo que sé sigue en las mismas y peor. Así que me salvé de cargar con ese bulto toda mi vida. Por mi parte ya interioricé todas las cosas malas que yo también hice y puedo decir con alegría que mis tiempos de emperatriz-dominatrix-manipuladora han terminado. Ahora sólo quiero relaciones democráticas, con dos partidos bien definidos y complementarios.

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