Cuando Tu Marinovio Sale Sin Ti

Muchas veces los marinovios creen que pueden salir sin nosotras, sin decirnos que van a salir y que todo va a estar igual cuando nos vuelvan a ver. Es decir, explicándome, que no nos vamos a dar cuenta que están con el rabo entre las piernas porque se les pasaron los tragos y se les borró el casette o porque definitivamente,se fueron con la trampa y no nos lo quisieron decir. Basada en hechos reales, este post comienza cuando mi Marinovio estuvo viendo toda una tarde noche pelis en la casa. Ya a las 11 de la noche me dice, "Gorda, ya me voy a la casa, estoy cansado por la reu de ayer y quiero dormir." Una -que aún cree en el marinovio- le dice "Anda no más amor, yo también estoy cansada por la juerga de ayer, ya mañana hablamos". Obviamente y para poner en contexto la historia, debemos tomar en cuenta que la juerga del día anterior, fue una super brava... y que el cuerpo no tan adolescente de uno, como que ya nos empieza a pasar la factura. En fin... ese día en mi plan de MArinovia era terminar de ver el par de nuevas series que había comprado en Polvos Rosados, tomando una copita de vino super relax. A la hora que mi Marinovio se fue, me llama (con la conciencia media cochina) para decirme que ya había llegado a la casa y que se iba a dormir. Craso error el mío de no volver a mi faceta del FBI y confirmar la información que me daban. Ya al día lunes cuando nos vimos, me dice que el día anterior había dormido hasta tarde y había estado jugando con sus sobrinos. Nada del otro mundo... pero el sexto sentido leonino no me dejaba tranquila. Así que, como no quien quiere la cosa, esta Marinovia tuvo acceso a la Cámara fotográfica del Marinovio y oh sorpresa... habían 2 fotografías en las que el Marinovio salía bailando perreo con una desconocida. Cuando tuve la oportunidad de hablarle del asunto, previas 2 cajas de chela, le pregunté: Marinovia: Dime tu que son esas nuevas modas de bailar perreo. Creí que cuando querías ir a bailar, solamente ibas a Stigma. Marinovio: Yo no bailo perreo gorda, además deja de estar viendo mis cosas. Marinovia: Yo no veo tus cosas, sólo te pregunto qué fue eso de bailar perreo. Nada más. Marinovio: Ahora, yo no me puedo ir de juerga que me tienes que decir por qué salgo o por qué no. Marinovia: No te estoy diciendo si sales o no, porque no soy tu madre para fiscalizarte si sales o no. Te pregunto qué es eso de bailar perreo con otra que no soy yo... porque ni siquiera bailas perreo conmigo porque te parece muy rochoso o faltosa esa música. Marinovio: No... es que estaba borracho y no sabía lo que hacía. Marinovia: ahhh estabas borracho y por eso haces esas cosas Marinovio: Sí... además era una broma que me hicieron mis amigos Marinovia: (ya al borde de la desesperación) ahhh si así son tus amigos... para qué quiero enemigos. Si vas a salir, y encima me ocultas que sales y no me dices ni me comentas qué hiciste de borracho... ni creas que vas a tener autoridad moral para no decirme que no salga con Pedrito y me lo tire. Marinovio: Nooo es diferente... no es eso Marinovia: Es igualito... Marinovio: Es que acaso ya no confías en mí? Marinovia: No ahorita no... Marinovio: Este... ya pues... Marinovia: Ya nada... no soy yo la que friega la relación Marinovio: Gorda yo te quiero a ti. Marinovia: No parece... Marinovio: GLUP... En virtud de tantas posibilidades, los Marinovios siempre van a tener una excusa para librarse de la pregunta clave: "Dime, por qué lo hiciste". O tan simple como... caraxo si vas a hacer algo... no dejes pruebas que puedan usarse en tu contra... es algo elemental mi querido Watson... Tendremos tan solo que aprender un poquito... |